Me abrió su madre. La saludé y le pregunté por él. Me dijo que estaba en su habitación y subí. Antes de entrar se escuchaba una melodía preciosa de una guitarra. Toqué a la puerta.
- Mamá te dije hace un rato que no quería nada. Vete por favor.
Asomé la cabeza y dije:
- Si quieres que me vaya me voy, pero que sepas que prefiero estar contigo.
Fue escucharme hablar y se alteró y levantó la vista de la guitarra, pegó un brinco y saltó de la cama.
- No no noooo, quedate
- No cariño, mejor me voy- dije para saber que hacía-.
Me agarró del brazo y me empujó para dentro,sonreí y el adivinó que era una prueba;del mismo empujón me quedé pegada en su pecho y buscamos nuestros labios.
- Bueno y ¿de dónde vienes?
- Ah sí, he estado un rato con el skate, pero he ido con Clara y además estaba Edu.¿ Y tú? Me ha encantado eso que has tocado con la guitarra.
- ¿Ah sí?-se sonroja-. Tampoco es para tanto, solo me falta la letra y listo, pero no me viene la inspiración.
- Ven, dame tu mano.
Me tendió su mano y puse la mía sobre la suya y la guié hasta mi pecho, justo donde estaba mi corazón.
- El corazón te va muy rápido.
- Solo me pasa cuando estás cerca.
- Ya sé como empezar la canción.
- Venga que te ayudo.
Estuvimos más de dos horas componiendo y decidí irme ya a casa, no sin antes decirle a Dani lo que acordamos.
- A las diez en casa de Clara.
- Vale.
- Ponte el despertador a las ocho porque tú eres un desastre. Ah y se lo diré a tu madre para que te vijile.
- Pequeña soy perezoso y lo sabes.
- Bueno yo a las diez te quiero en casa de Clara, con las maletas y todo listo ¿si?-le besé-. Me voy.
- Adiós enana -sonrió-.
Cogí mi skate y me fui a casa. Mañana nos íbamos de viaje a Londres.
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