Capítulo 23- Tarde con el Skate.

Fuí a abrir. Para mi gran sorpresa era Clara que venía con su skate. No lo podía creer, hacía años que no la veía con el. Ama a su skate,yo creo que si fuera legal se casaría con él.
Narra Clara.
Ayer encontré a mi queridísimo skate. Se me vinieron un millón de recuerdos con solo tocarlo. Lo echaba de menos, a él y a todo ese mundo. Aunque yo sea una chica de lo más normal, el skate es mi perdición, es ver uno y tener que subirme en él, así que lo cogí y me fui. Después de un rato recordé que enseñé a Maya algunos truquitos y me pasé por su casa. Me abrió con dos guitarras en las manos, no tardé en adivinar que me preguntaría cual me gusta más y que la que eligiera se la llevaría a Londres. 
- Eiiii hola-dijo abriendo la puerta a más no poder-.
- La acústica.
-¿Qué?
- Que me gusta más la acústica.
- Jajaja lo sabía. Bueno pasa.
- No yo solo pasaba para ver si querías ya sabes- le señalé el skate-.
- Ah si claro, hace años que no lo cojo. Creo que lo tengo arriba muriendo de tanto polvo acumulado. En seguida bajo- dijo corriendo escaleras arriba-.
No tardó mucho. Se cambió de ropa y todo.
- Maya ¿recuerdas cuando te decía que no hacía falta que te cambiaras de ropa para ir con el skate?
- Siii pero aún así no me fío de esos tipos. Me discriminarian.
- Que no estúpida.
Me dió un empujoncito y salimos fuera. Yo no podía dejar de reír porque Maya había perdido la práctica y se iba tambaleando.
- AAAAAAAAA Clara ESPERAAAAAA.
*Pin Pon Pun*
Me giré rápidamente y mi risa aumentó mucho más.
- JAJAJJAAJAJAJJAJA ¿que ha pasado?- dije tendiendole una mano a Maya para que se levantara-.
- Maldito crío, pues que este niño se me a cruzado y le he atropellado- el niño salió huyendo llamando a su madre-.
- JAJAJAJAJAA.
- Bueno ya está bien de reirte de mí ¿no crees?
- Si vale- dije secándome las lágrimas de la risa-.
Unos abuelos que pasaban por allí empezaron a decir "Vaya juventud esta". Maya y yo nos miramos diciendo" Malditos viejos". Después de un rato y de que Maya se chocara con una farola llegamos al que es mi lugar favorito, allí íbamos antes(bueno yo sobre todo ,porque a Maya no le gustaba la gente de allí). Estaba todo igual. Las paredes llenas de graffitis, las barandillas de las escaleras como desgastadas de usarlas, los chicos luciéndose delante de las chicas, las rampas... Estaba clizada mirando aquel espectáculo, y de pronto alguien me cogió por detrás y me elevó por el aire.