domingo, 24 de noviembre de 2013

Capítulo 5 - El último Adiós.

Era viernes por la mañana y Maya estaba en el hospital con su madre(ya que había vacaciones de verano)la cual había empeorado mucho en tan solo unos días. De pronto entró en la habitación el doctor con no muy buena cara. Cristina sufrió anoche un paro cardiaco y estaba en la UVI.
Doctor: Maya podríamos Hablar a solas
Maya: Por supuesto -saliendo de la habitación-. ¿Se está muriendo no es cierto?-dijo bastante seria-.
Doctor: Maya.... hemos hecho lo que hemos podido pero.....el tumor esta demasiado avanzado. 
Lo siento.
Maya:¿Cuánto le queda?
Doctor: Unas 24 horas como máximo.
Maya comenzó a llorar y entró a la habitación. Su madre la miró con angustia y pena en los ojos y dijo
-Tienes que ser más fuerte de lo que eres. Que nunca nadie ni nada pueda derrotarte porque tu vales mucho más y no te mereces sufrir.
- Pero mamá yo no soy nada si tu no estás conmigo. ¿Cómo puedes decirme que sea fuerte?¡Si tu lo eres todo para mí!
-Chsss Maya no llores más sabias que esto pasaría y yo no quiero recordarte como una muchacha débil sino por un muchacha que sabe valorarse y que no le tiene miedo a nada ni a nadie y  a una muchacha fuerte que creció sin ayuda de su padre y no le importó-dijo acariciándole el pelo mientras Maya la abrazaba-.
Maya no podía evitar que las lágrimas se le resbalaran por las mejillas. Esa mujer que estaba a su lado era la  misma que la había traído al mundo,la que le había visto crecer,sufrir,reír,vivir...
Había hecho de padre y de madre. Eran un equipo de dos más fuerte que cualquier terremoto,tsunami o huracán. Eran una gran unión, pero eso iba a cambiar en poco tiempo. La vida de Cristina se apagaba lentamente como la llama de una vela. Ninguna de ellas quería separarse de la otra pero se acercaba la hora y no podían evitarlo y con ella el fin de una gran amistad.
Cristina:Te quiero Maya nunca lo olvides y siempre estaré ahí cuando me necesites. Lo prometo.
Maya:Yo también te quiero muchísimo mamá.
Maya notó que su madre dejó de respirar y llamó al doctor pero ya no serviría de nada.

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