Capítulo 41- Ni lo Pienses.
Narra Dani
Volví a la habitación y  encontré a Maya de pie mirando la ventana. Algo le rondaba la cabeza y si ella no estaba bien yo tampoco.
- Ey amor. Cuentame lo que te pasa-dije abrazandola por detrás-.
Ella rápidamente se secó las lágrimas. Sabía que había llorado y no me gusta verla así y mucho menos no saber el porque.
- No es nada cariño- dijo sacando una sonrisa-.
- Dimelo por favor. Si no me lo dices me estas haciendo pensar que no confías en mí.
- Dani es que-volvió a llorar y me abrazó-.
- Tranquila. Sea lo que sea seguro que tiene una solución.
- No esto no tiene solución.
- Si me dices que es ,seguro que te puedo ayudar.
- Danii... estoy... embarazada.. yo lo siento mucho no se como ha podido pasar.
- ¿Qué?¿ Estás segura?
Asintió con la cabeza. Yo no sabía que hacer. Solo tengo 18 años para ser padre pero quiero tenerlo.
- Tu..¿que quieres hacer?
- Yo no lo quiero tener. Solo tenemos 18 años.
- Es cierto pero Maya, es nuestro.
- Dani no me importa. No puedo tenerlo.
- Haz lo que te dé la gana- dije saliendo de la habitación con mi guitarra colgada-.
No sé porque razón reaccioné asi. Puede que sea porque lo quiero, quiero que tengamos ese bebé. Es nuestro. Quizás no tenía que haberme ido así. Pero ahora no importa lo hecho, hecho está. Empezé a tocar la guitarra en la sala común del hotel. Recordando momentos juntos.

Narra Maya
No entiendo porque se fué de ese modo pero lo que sí sé es que me dolió. Yo podía entender que lo quisiera. Yo en parte tambien. Es mi bebé. Pero el también tenía que entender que no estaba preparada. No podía hacerlo. Sé que no estoy sola en esto pero ser madre es una responsabilidad demasiado grande. ¿Y si no se cuidarlo?¿Y si me odia?¿Y si luego va por mal camino?. Dejé mis dudas atrás y fuí a buscarle. Estaba en la sala común tocando la guitarra. Tan mono. Me senté a su lado (en el brazo del sofá donde estaba). El empezó a tocar nuestra canción con la guitarra y empezé a cantar. Cuando terminamos todo el mundo que pasaba por allí se paró para aplaudirnos. 
- Tenemos algo pendiente.
- Si- dije con una sonrisa amárga-.
Una vez en la habitación nos sentamos en la cama.
- Lo siento - dijimos a la vez-.
- No, tu no tienes que lamentar nada princesa he sido yo que soy un estúpido y no he pensado en los dos.
- No pequeño yo no he entendido porque quieres tenerlo. Despues de todo es nuestro bebé.
- ¿Entonces que quieres hacer?