Capítulo 4- Recuerdos.

 

Mientras Maya hacía la maleta comenzó a recordar todo lo ocurrido en Madrid hacía tres años.
Días en Madrid: -Narra Maya-
Llegué a Madrid en el coche de papá, iba mirando por la ventanilla el que sería mi nuevo hogar durante seis meses. Cuando bajé del auto me sentí rara y no sabía que hacer en aquella cuidad y si mis nuevos compañeros de instituto me adorarían o si me odiarían pero lo que de verdad sé es que siempre he odiado tener que ser la nueva.
El primer día fue mejor de lo que me esperaba excepto en un cambio de clase que tropezé con un idiota, un idiota que meses mas tarde me haría sentir la persona mas feliz del mundo. ¿Su nombre? Dani. Dani era un chico genial, pero yo no creía en los cuentos de hadas porque nadie puede aparecer en tu vida así como así y que al mirarle a los ojos surja un amor verdadero sinceramente creo que eso solo pasa en las pelis. Pero todo sea dicho que desde el momento en el que mis ojos se encontraron con los de Dani sentí algo. Algo muy fuerte dentro de mí como si se me fuese a salir el corazón.
Tiempo después Clara y yo nos hicimos inseparables confiabamos la una en la otra plenamente por eso me enteré de que no era feliz con Edu, entonces el mismo día que yo empezé a salir con Dani ella decidió dejarlo para siempre. Dani y yo formamos una historia, una historia que formaría una parte esencial de mi vida como si esta estuviese gravada en mi corazón a fuego lento y una historia que se terminó por culpa de Raquel una chica sin escrúpulos y sin corazón. A Raquel le gustaba Dani por eso decidió decirselo a mi familia la que me tenía totalmente prohibido salir con chicos hasta que no terminara la ESO al menos. Entonces mis padres lo hablaron y decidieron que lo mejor para mí y para mis estudios era volver a Granada con mamá para no tener que volver a ver a Dani.
Pero mis padres no sabían que allí en Madrid dejé algo. Una parte de mí a la que no volvería a ver nunca.