sábado, 3 de mayo de 2014

Capítulo 72- Chistes Malos y Besos Sabor Caramelo.
Narra Dani
Maya se quedó dormidita en el sofá y como a mi tampoco me faltaba mucho para estar igual, la intenté cojer medio adormilada(la tia es una marmota y no ponía de su parte). Como no se despertaba ni balanceandola, la destapé pero como no, la chiquilla estaba agarrada a la manta con uñas y dientes;levantó los brazos para que la pudiera coger y subí escaleras arriba con ella agarrada a mi cuello, la noté sonreir,maldita. La tumbé en la cama dulcemente y la arropé. Bajé para arreglar la cocina,no sin antes apagarle la luz de la habitación a Maya. Arreglé un poco el salón, quité las tazas de en medio y las llevé a la cocina. Escuché un ruido raro,pero tampoco le di mucha importancia. Volvi arriba a lo zombi y me tiré en la cama. Maya me daba la espalda asi que le di un beso en la cabeza y la abrazé haciendo la cucharita y me quedé dormido en nada. Al día siguiente noto algo en la cara y abro un ojo para saber que es. Es un mechón del pelo castaño de la morenita que antes dormia a mi lado y ahora esta encima de mi con cara divertida.
-Buenos días princesa-me dice con una gran sonrisa-.
- La princesa aquí eres tu-abro el otro ojo-.
- Eso no está confirmado aún-se acerca a mi y me besa-.
- Vamos a desayunar anda-reí-.
- Ya me tienes a mi de desayuno-dijo mordiendose el labio juguetona-.
- Ah ¿sí?-dije con cara pícara-.
- No-estalló en carcajadas y se fue para la cocina-.
- Como te pille verás-salí detrás de ella-.
Al final no pude hacerle nada porque se puso a desayunar, y Maya comiendo es mas peligrosa que un león que no ha cazado nada en todo el día. Total que me puse a desayunar en la silla de enfrente y la muy comodona subió sus piernas en las mias.
- ¿Esta usted a su gusto?-le pregunté alzando una ceja-.
- Hombre estar, lo que se dice estar...he estado mejor.
- Encima protestona eh.
- ¿Protestona?En cualquier caso exijente y tampoco-dijo con una pedazo de sonrisa-.
- ¿Estas muy contenta tu hoy no?
- Si si si-dijo tapandose la boca para ocultar su risa-.
- ¿Qué tengo?-dije extrañado-.
- Nada nada-dijo igual que antes-.
- ¿Y por qué te ries? -dije mirando a mi alrededor-.
- Por tu cara- se volvió a reir mientras recojia su plato y se iba al salón-.
Yo terminé de desayunar muy extrañado pero, justo cuando me iba a levantar
me di cuenta de que se reía, y es que, la muy graciosa me había dejado pegado a la silla.

- ¡MAYA!- la llamé intentando parecer enfadado-.
- ¿Si, cariñito mio?- dijo con voz inocente-.
- Con que, cariñito ¿no?- la miré penetrante, con esas miradas que dan miedo pero ella ni se inmutó-.
- Sí, ¿te pasa algo?- dijo como si no supiera nada-.
- Pues mira si que me pasa-se me estaba empezando a escapar la risa, Dani controlate-.
Tomé aire y sonreí para mis adentros.
- ¿Sabes lo que le pasa a alguien cuando se queda pegado en la silla?
- Que no se puede levantar-dijo riendo muy fuerte-.
- Efectivamente. Pero¿sabes lo que le pasa al que le ha puesto pegamento a la silla?
- ¿Qué tiene que comprar otra nueva?
- Si eso o...
- ¿O...?
- Ven aquí, ahora mismo- me abalancé sobre ella que estaba junto al marco de la puerta y claro, me llevé una hostia de lo lindo, ya que ella se apartó-.Oh, mierda, mi nariz-dije tocandome la nariz-.
- ¿Estas JAJAJAJA bien? JAJAJA-dijo en medio del pasillo riendo sin parar-.
- No, me duele bastante-dije haciendome la víctima-.
Maya se acercó a mí y me retiró las manos de la nariz.
- Pero si no tienes nada-dijo con una sonrisa perfecta-.
- Ni me duele, solo quería atraparte-la abrazé-.
- SI me ibas a atrapar así, me hubiera dejado pillar, aunque con esta silla en tu enorme culo no se si podrías- se rió, mientras intentaba soltarse de mi abrazo-.
Pero no, no podía, la tenía espachurrada contra mi.
- Daniiii- me susurró en el oído-.
- Dime-me agaché un poquito y dejé de hacer tanta fuerza-.
- Tienes el culo como una silla- y escapó a risotadas-.
- Venga ya-dije riendome-. Vaya chistes malos que tienes.
- Tendré chistes malos pero mis besos bien que te gustan.
- Saben a caramelo-dije mordiendome el labio-.
Me sacó la lengua mientras subía escaleras arriba, yo para deshacerme de la silla no me quedó otra que quitarme los pantalones.
- Te vas a enterar tu de quién soy yo-dije flojito-.
Subí las escaleras muy sigiloso pero antes encendí la tele del salón para que creyera que estaba allí. No se oía ni un solo paso, solo la voz del presentador de las noticias de la mañana. Entonces, pum, portazo. El sonido había venido de abajo, de la puerta de casa ¿se había ido? No creo, aunque esta chica es capaz de todo. Me escondí en una especie de mini armario que había en el pasillo, el tiempo pasaba. 5 minutos,10 minutos...Estaba ya bastante agobiado y preocupado. ¿Y si era verdad que se había marchado? Salgo del armario.
- TE PILLÉ.
- LA MADRE QUE TE PARIÓ NIÑA-dije con una mano en el corazón del susto-.
Ella como no, se descojonaba de mi reacción.
- Te ha salido el tiro por la culata eh JAJAJAJAJA, por cierto muy monos tus calzoncillos.
- No estés tan segura, todavía queda mucho día por delante-dije con cara de que me saldría con la mía-.
Sonó un teléfono, era el mío asi que fui a la habitación a por el.
- ¿Si?
- Dani soy Edu.
- ¿Que quieres cabeza piña?
- Podemos quedar dentro de un rato en las pistas de skate-sonaba preocupado-.
- Emm- tapé un poco el teléfono al ver asomarse a Maya por el marco de la puerta-.
Me pareció que dijo que quien era mediante gestos y vocalizando mucho, me reí y le contesté a Edu.
- Daniel.
- Vale...dentro de 15 minutos estoy alli.
- Venga tio, no tardes. Adiós.
- Adiós guapa- Maya me miró mortalmente y se fue-.
- Vas a morir.
- JAJAJAJA-colgué-. Pequeña- me asomé al pasillo-. Oh venga ya, ¿te has enfadado? 
- No-fue lo único que dijo y ni se giró para mirarme mientra avanzaba por el pasillo-.
Bajé tras ella y nos sentamos en el sofá.
- ¿Quién era?- dijo celosa-.
- Edu-dije riendome y poniendo en el móvil el registro de llamadas-.
- Mejor-sonrió-. Tu eres solo mio ¿Entendido?
- Requeteentendido- sonreí y la besé-. He quedado con el dentro de quince minutos, parecía preocupado-dije algo serio-.
- Habrá discutido con Clarita como les pasa siempre. Esos dos no tienen término medio. Bueno tira a vestirte. 
- Es verdad- me rasqué la nuca sonriendo, es que de verdad vaya ojazos que tiene-.
Subí arriba me cambié con algo de ropa que tenia por allí y es que todavía tengo que traerme toda la ropa que tengo en casa y muchas cosas. Terminé de arreglarme, y ya solo quedaban cinco minutos el tiempo justo. Me asomé al salón y ahí seguía mi pequeña. Hablaba por teléfono con ¿Clara?No paraba de resoplar mientras se sentaba en el sofá a lo indio y cambiaba el canal de la tele,colgó y miró hacia mí. Se había dado cuenta de que estaba ahí y me sonrió.
- ¿Todo bien?
- Si, Clara viene para acá, y tu has quedado en tres minutos.
- Vaya por dios- me hize el indignado-. Yo que quería hacer otras cosas-la miré con cara pervertida-. 
- Tira anda- se rió y me acerqué para besarla-.
Me fui hacia donde había quedado con Edu. Me lo encontré en un banco mirando al suelo y con las manos en la cabeza ¿pero que le pasaba a este?
Narra Maya.
El Danielo se fue y al poco rato llamaron al timbre, pensé que sería Clara que me dijo que vendría para acá porque estaba muy preocupada por vete a saber que. Pero no, no era Clara. Al asomarme por la rendija de la puerta no pude creer lo que veían mis ojos.
- ¿Pero tu que coño haces aquí?