Capítulo 27- Un Viaje Movidito.
Narra Maya.
Llegamos que nos faltaba el aire, busqué mi asiento. Por desgracia para mí estaba en medio de un abuelo de unos ochenta años y de una mujer con un niño recién nacido. A Dani, Edu y Fer les tocó juntos, justamente detrás de mí. Martina corrió mí misma suerte y le tocó junto a un señor gordo y sudoroso que no paraba de zampar y Clara, oh pobrecilla. Le tocaba aguantar a una pareja de pijos. Con lo que los odiaba. Yo no sé como podía soportar al padre de Martina cada vez que iba por allí. Martina por lo menos no dice "osea" al principio y final de cada frase. Volviendo a mí. Los chicos haciendo uso de su súper inteligencia movieron mi asiento cuando le daba un sorbo a mi coca-cola(me manché un poco la camiseta),pero lo que ellos no sabían era que los tres asientos están conectados y al mover mi asiento despertaron al viejo y el bebé se asustó y empezó a llorar. El viejo empezó a decirme cosas como que vaya juventud esta y no sé que más. Me volví y les eché una mirada asesina a los chicos. Menudo viajecito nos esperaba.¿Dios por qué yo?
Narra Martina.
¿Este hombre es que no sabe que existe el desodorante o que?. Y eso sin mencionar lo que come. Está devorando la hamburguesa como si no hubiera más en el mundo o algo así.¿Pero que hace?¿Mayonesa y ketchup en las patatas? Desde luego este hombre no sabe comer bien, parece un caníbal. Ahora ¿qué hace?Oh no la mano a la nariz no. Tengo que salir de aquí. Me voy al baño y Fer me sigue.
-¿Qué pasa?
- El señor que está a mi lado es un guarro. 
- Y quieres que me vaya yo allí.
- Por favor Fer, sabes que no puedo con esa clase de personas.
- Me debes un favor.
- Gracias cariño-le dí un besito y me fui a su asiento-.
- Lo que hay que hacer para tenerte contenta.
Narra Clara
Oh no. Pijos NO. No los soporto. Todo el mundo lo sabe y van y me ponen no a uno si no a dos ºoº. No soporto los "osea" y la pija con tan solo coger el refresco se ha roto una uña. Vamos me niego a estar aquí, me da igual lo que me diga la azafata, voy ha cambiarle el sitio a Martina. Me asomo y veo donde esta sentada. JAJAJA ella lo esta pasando peor que yo, pero para estar con ese hombre al lado prefiero los pijos. Dios tengo fiebre¿pero que estoy diciendo? Después de un rato se me ocurre una idea genial. Me voy con Edu. Me acerco allí y en el sitio de Fer esta Martina. Ya decía yo que Martina no aguantaría ni un segundo más allí y de repente CHIN una idea maravillosa de las mías.
- Eii rubia te cambio el sitio, es por allí.
Se asoma y asiente con la cabeza. Siiiiiiii adiós pijitos. Me senté en su sitio y Maya que estaba delante se dio la vuelta para hablar con nosotros mientras el abuelo de al lado decía:
- Vaya juventud esto en mis tiempos no pasaba.
El viejo seguía hablando pero no le hacíamos ni caso. Maya hacía como que lo escuchaba y asentía con la cabeza y nosotros nos partíamos de risa al ver aquella escena tan peculiar.