domingo, 24 de noviembre de 2013

Capítulo 29- Londres.
Narra Dani.
Cuando subimos al taxi Maya iba pegada a la ventanilla viendo todo Londres y preguntandole cosas al taxista. Se notaba que estaba feliz. Mientras tanto atrás Clara y Edu se hacían mimitos y yo iba en mis pensamientos, pero Maya me sacó de allí diciendo que habíamos llegado. Era un pedazo de hotel y encima era precioso. Hasta Clara que iba con un mosqueo de perros(es que si no duerme son doce horitas)sonrió al ver el hotel. Martina y Fer que son los que más entienden de hoteles(se pasan la vida viajando)fueron a recepción.
- Bueno me han dicho que  Marta reservó tres habitaciones. Elegid parejas.
- Esta claro que yo con Dani-se apresuró a decir Maya-
- De eso nada con Dani voy yo-dijo Clara guiñando un ojo-.
- Como tu te acerques a mi gordi te juro que te arranco esa melena tan bonita rubia. Y tu no te querrás quedar calva ¿verdad?- dijo Maya con una sonrisa-.
- Eii tranqui yo mejor me voy con Edu.
- Si mejor será- dijo pegandose a mi brazo y mientras yo sonreía-.
- Bueno fieras entonces Maya y Dani, Clara y Edu y Fer y yo.
- Tomad las targetas de las habitaciones. Por desgracia no están todas juntas. Una está separada de las demás. Lo hacemos por sorteo.
Después de un pequeño sorteo nos tocó a nosotros la habitación separada. Maya y yo cogimos la targeta y nos miramos pensando en una sola cosa. El ascensor. Solo había dos y el otro estaba ocupado. Estaba a punto de cerrar. Maya cogió las guitarras y yo las maletas y fuimos corriendo hasta el ascensor. Los demás no sabían que hacíamos hasta que nos subimos en el ascensor. Empezaron a correr pero ya era tarde. Les sacamos la lengua desde arriba. Por el pasillo un poco más y pierdo a Maya.
- Dani yo creo que es es de allí- entró en una habitación donde estaba una señora mayor mientras yo estaba distraido mirando el número de las habitaciones.
- Ay, señora calmese- se escuchaba desde la habitación.
- ¿Maya? Sal de hay.
- Dani no he hecho nada simplemente he entrado en la habitación y me he tumbado en la cama. Yo que culpa tengo si el perro estaba ahí.
Yo negaba con la cabeza sonriendo.
- Vamos anda es esa de allí.
- Siiiiii por fin mi habitación- dijo alzando los brazos al aire-.
- Haz los honores.
- De eso nada, los dos.
Cogimos la targeta y la introducimos en la puerta, Maya puso mi mano sobre la suya y abrió la puerta.

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