Capitulo 34- Todo por tu Culpa.
Narra Maya.
Empezé a preocuparme, pero aparecieron por la puerta. Menos mal.
- Siempre son los mismos.
Después de cenar, y de que Clara se comprara chocolate Fuimos a una sala de juegos. Clara y yo queríamos jugar al futbolín(estaba ocupado por unos niños) y Martina se puso a jugar con Fer a las carreras de motos. Como el futbolín estaba ocupado y queríamos jugar a Edu se le ocurrió una idea de las suyas.
- Eii canijos, queremos jugar al futbolín con ellas-nos señaló-.Pero vosotros estais en medio.
-  ¿Y eso me importa algo a mí? -dijo el crío tan chulito-.
Edu se agachó y le dijo algo al niño. Este se fue por donde había venido.
- ¿Ya has sobornado al niño?
- Eh me ha costado cinco pavos.
Después de estar un rato allí nos fuimos a dormir. Al día siguiente Fer me debía una cena con Dani y una bolsa de chuches.
A la mañana siguiente desperté dandole la espalda a Dani pero pegada a él. Me tenía abrazada y me giré con cuidado para verle. Y como me aburría(si mi aburrimiento no tiene límites)me puse a hablar yo sola en susurros.
- Joder ¿Por qué tienes que ser así de perfecto?-dije acariciando esa cara tan linda-. Cabronazo te amo.
Fuí a darle un beso en la mejilla pero no sé como lo hizo que se movió y se puso encima de mí y puso sus manos a ambos lados de mi cabeza.
- Lo último sobraba ¿no?
- No. Porque yo TE AMOO-dije gritando-.
- No grites, es muy pronto.
- Me da igual, porque quiero que todo el mundo lo sepa.
- Estás loca pero te amo demasiado-me besó-.
En ese momento entró una limpiadora por la puerta y nos pilló así. A Dani encima de mi en calzoncillos y amí con su camiseta en forma de pijama. Cerró la puerta de golpe súper avergonzada. Alguien había cambiado el cartel de no molestar o la limpiadora no sabe leer.
- Te das cuenta de que siempre nos interrumpen en lo mejor.
- Sí pero ¿por donde íbamos?
Nos besamos y se volvió a repetir lo que paso el día de mi cumpleaños.
- Voy a vestirme-dije después de estar un rato tumbada en la cama con Dani a mi lado- Y te va ha encantar lo que me voy a poner.
Me puse una sudadera gris de minnie y a Dani una igual pero de mickey. Si nos poníamos al lado minnie y mickey se daban un beso. Detrás de cada sudadera ponía "Mr"(en la de Dani) y "Mrs"(en la mía). Me puse unos shorts rojo, mi gorro rojo y mis converse del mismo color.

 Bajamos al comedor porque los demás nos estaban esperando. Pero por desgracia no estaban solos. Había otra chica.
- Buenos días traidores- nos saludó Clara-.
- Hola. Voy a por mi desayuno luego me decís quién es esta chica.
Narra Dani
Maldita sea ¿qué hacía ella aquí?le deje bastante claro que no se acercara a mí. Es mi ex. Y esta obsesionada conmigo.
- Eii Dani ¿ya no me quieres? 
- Nunca te he querido. ¿Que haces aquí?-dije súper borde-.
Clara me miró mal. Ella notaba que si le hablaba a sí es porque algo malo podría pasar con ella por aquí. A si que se quedó delante en vez de irse. Yo le decía a mi ex que ya tenía novia y señalé a Maya.
- Verás es que Edu le debe cinco pavos a mi hermano y he venido a por ellos.
- Toma, y ahora lárga..- Me besó y yo la retiré antes de que pasara un segundo-.
Pero ya era tarde. Maya lo había visto todo.
Narra Maya.
Lo ví todo. Esa chica besó a Dani y el no hizo nada por impedirlo. Mi plato cayó al suelo(una pena por que no había más donuts de chocolate). Me quedé totalmente paralizada unos segundos. Dani venía hacia a mí. Me fuí de allí y fuí hacia mi habitación. Corría como nunca antes. No quería que Dani me alcanzara. Dí gracias a que llegué a la habitación antes que el. Aunque hubiera sido por un segundo. Le cerré la puerta en las narices. Busqué mi guitarra.
- Maya abre por favor-se notaba en su voz que lloraba-.
Le abrí. Pero no para que entrara sino para yo poder salir de allí. Cogí un taxi para que Dani no viniera detrás. En una zona lo bastante alejada, me bajé. Seguí yo sola andando. Mientras las lágrimas recorrían mis mejillas. Llegué a una especie de parque con muchos árboles. Me adentré en el minibosque. Empezé a tocar mi guitarra. Es lo único en el mundo que me tranquiliza. No joder. No. Maldita canción que compusimos. Es la única que quieren tocar mis dedos. Tiré la guitarra y encogí mis piernas pasando mis brazos por ellas y apollando la cabeza en las rodillas. Nada de esto habría pasado si esa zorra no hubiera aparecido. Algo se mueve. No levanto ni la vista. Ya nada importa.