domingo, 16 de febrero de 2014

Capítulo 70- El Secreto de los Ángeles
Narra Maya
Dani me empujó hacia la pared y se puso jugetón dandome besitos en el cuello.
- Hey hey relaja la raja- le dije apartandolo un poco de mi-.
- ¿Pero por qué?-me dijo con voz de niño pequeño y haciendo pucheritos-.
- Daniel aquí no hay cama por si no te acordabas.
- ¿Y eso que más da? ¿Hay suelo no?
- Fernadez que le veo las intenciones, vuelve a pintar.
- Eres cruel chavala-se alejó de mí y se agachó hacia los botes de pintura-.
Slaté a su espalda y le daba pequeños mordisquitos en el cuello, Dani se puso de pie mientras se tambaleaba un poco.
- ¿Sigo siendo cruel?
- Oh sí, y ahora mas que antes- me bajé de su espalda y me puse enfrente de el-.
Nuestras frentes chocaron, estaban una frente a la otra, Dani abrió su boca lentamente y la juntó con la mía, era un beso precioso, dulce y lleno de sentimientos, de amor. Pero ese beso pronto se comvirtió en un beso caluroso y apasionado. Dani me pegó contra la pared, como a el le encanta. Noté un frío enorme por la espalda y líquido. LA PINTURA. Dani me acarició la espalda mientras me besaba, al notar el frío se apartó de mí y se miró la mano con los ojos salidos.
- Me he pintado la mano por tu culpa.
- Oye perdona que te riga pero yo tengo toda la camiseta teñida de azul-me di la vuelta señalando mi espalda-.
- Pero eso tiene fácil solución-me miró pícaro y justo suena el timbre-.
Como no eran nuestros queridisimos y amados amigos, lo noto a kilómetros, mejores aguafiestas que ellos no hay nadie.
- Hombre Danielo-la voz grave de Edu resonó en toda la casa-. Venimos a ayudar.
- Oh dios-dije desde el salón-. 
- Mayita este color no el pega nada a tu salón, tienes que tener mas luz.
- ¿Ahora eres decoradora de interiores?-alzé una ceja-.
- Hoy sí.
- Daniel tu y yo pintamos el salón y ellas se van a la habitación principal.
- Cari...nos quieren separar.
- Tranquila son solo dos habitaciones de distancia.
- En realidad es piso pero bah, vamos Maya-me arrastró hasta el piso de arriba-.
Nos pusimos a pintar la habitación contandonos nuestras cosas.
- Edu me lamió un pie una vez.
- Que asco-me descojonaba-. A mi Dani me metió la lengua hasta la campanilla y me dieron arcadas- me reí al recordarlo-.
- Buag que asco- se reía con risa de bebé-. A mi Dani hay veces que me pone-dijo sonrojada-.
- ¿TE PONE MI NOVIO?
- Solo a veces.
- Bueno me da igual, yo una vez soñe con Edu- Clara soltó el pincel de golpe y me miró amenazadora-. Pero ibas cojida de su mano y...- volvió a lo suyo-.
- Mas te vale.
- Oye que a ti te pone mi chico.
- Era broma.
- Ya....seguro. Pero lo veo normal, con lo bueno que está.
- Gracias cariño-escuché desde abajo-.
- LA HOSTIA. Nos han escuchado -dijo Clara tapandose la boca con la mano-.
Yo me reí a mas no poder. El resto de la tarde se nos pasó muy rápido y pintamos una buena parte de la casa que la verdad se quedó bastante bonita. Llegó la hora de irnos y Dani me acompañó hasta casa.
- Se me hace rara la idea de ir a vivir juntos
- ¿Ya te quieres hechar a atrás canija?
- ¿Quién ha dicho eso carnívoro?
-¿Carnívoro?
- Sí carnívoro.
- ¿Por qué carnivoro?
- Porque casi me devoras animal.
- Eres una boba.
- Y tu un capullo.
- Gilipollas.
- Subnormal.
- Tonta.
- Feo.
- Ven aquí anda-me cogió del brazo y me abrazó-.
El abrazo vino acompañado de un beso lento y dulce, de esos en los que solo existís tu y el. Adoro esos besos y el lo sabe. Llegamos a mi casa y le invité a pasar. Al principio se negó pero al ver que mi padre fue quién nos abrió la puerta no pudo negarse.
- Pero si esta aquí mi yerno. Pasa hombre pasa.
- No señor, ya es tarde y...
- Te he dicho que pases-mi padre se giró y Dani me miró sin saber que hacer-.
- Ordenes de papá-se encogió de hombros y entró-.
- Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaa-decía María por el pasillo-.
- Estoy aquí abajo María ¿Qué quieres?
- Me he caido.
- ¿Maya vas tu?
- Si tranquila.
Subí las escaleras hasta el piso de arriba y allí estaba María tirada en el suelo.
- A ver que te ha pasado pequeñaja.
- Iba a bajar a ver a Dani, por una vez que viene...
- Y¿ te has torcido el tobillo?
- Sí, pero para rematar me he caido de boca.
- Vamos al baño.
- ¿Podemos ir al de tu habitación? Por favor-me dijo con esa carita tan mona-.
- Vale, vamos-la subí a mi espalda y entré en mi habitación-.
La puse sobre el lababo y le toqué la nariz, ella sonrió. Cojí un poco de algodon y agua oxigenada y se lo pasé por la rodilla.
- Ay duele.
- Piensa en otra cosa.
- ¿En qué?
- En lo bonito que es mi baño.
- Me gustan mucho tus sombreros.
- A mi también, ese de allí me lo regaló mi mamá.
- ¿Y dónde está tu mamá?
Me quedé paralizada con los ojos muy abiertos recordando aquel momento.
*Flashback*
-Te quiero Maya nunca lo olvides y siempre estaré ahí cuando me necesites. Lo prometo.
-Yo también te quiero muchísimo mamá.
Noté como mamá dejó de respirar y llamé al doctor pero ya no serviría de nada.
*Fin flashback*
- Mi mamá está en el cielo cariño.
- ¿Y por qué está allí?
- Porque los ángeles vienen al mundo para ayudar a las personas y una vez lo han hecho se marchan para que esas personas sigan haciendo eso que han aprendido de los ángeles.
- ¿ Y tu mamá era un ángel?
- Sí por eso se marchó.
- ¿Pero si ella te quería por qué no le dijo a Dios que si se podía quedar un poco más?
- Porque tenía que volver para que otro ángel bajara a ayudar a otras personas.
- ¿Yo soy un ángel, tata?
- Si cariño.
- ¿Y por qué yo no lo sabía?
- Porque los ángeles no lo saben para poder ayudar a la gente sin mantener ningún secreto.
- ¿Los ángeles se ayudan unos a otros?
- A veces si.
- ¿Tu eres un ángel?
- No cielo, yo aprendí de un ángel.
- ¿Entonces por qué me ayudas?
- Porque eres una canija.
- Gracias tata-me besó la mejilla-.
- Bueno vamos a cenar que esta Dani abajo.
- Una cosa mas.
- Dime cielo.
- ¿Dani te ayuda a tí o tu le ayudas a el?
- Dani a mí.
- Tienes mucha suerte, conoces a tres ángeles.
- Sí-sonreí y bajamos-. No le puedes contar a nadie esto. Es un secreto.
- Vale -me guiño un ojo y yo también-.
Ese era nuestro sello para guardar las promesas. Ayudé a Marta a terminar con la cena y nos sentamos a comer. María y Alberto no dejaban a Dani respirar, pero este siempre con una sonrisa les prestaba su atención. Cuando los niños se durmieron, Dani se iba a ir. Salí a la puerta para acompañarlo mientras mi padre y Marta recogían la cocina.
- Esta es la última vez que cenamos con los niños.
- ¿Estás celosa?
- No estoy celosa, pero les hacías mas caso a ellos que a mí.
- Son pequeños.
- Y yo soy tu pequeña por si no te recuerdo mal.
- Venga ya, no te enfades.
- Si no me enfad-me robó un beso-.
-¿Mejor?
- Mas o menos-sonreí timidamente-.
- Eso es que sí. Me voy ya cielo antes de que se haga mas tarde.
- ¿No quieres quedarte a dormir?
- Mi madre se va a preocupar y no la puedo llamar ahora despertaría al enano.
- Lo que quieras.
- Tranquila te llamaré cuando llegue.
- Prometemelo.
- Prometido.
- Dani por favor.
- Que sí.
- Es que es tarde y no quiero que vayas solo.
- Si me acompañas la que irá sola serás tu y no me puedo arriesgar a que te pase algo.
- Yo tampoco soportaría que te pasara nada, ve con cuidado-me apoyé en el marco de la puerta de brazos cruzados y Dani se puso frente a mí-.
- Confía en mi- me cogió la mano y me besó-. Te quiero muchisimo.
- Te amo-le acaricié el pelo-. Mañana a las nueve y media en nuestra casa.
- Vale adiós cariño- se alejó y entré en casa-.
Nadie sabía que lo que iba a pasar iba a ser tan malo y que ese puede que fuese el último adiós que nos dieramos. Puede que para siempre...

2 comentarios:

  1. Quiero siguiente cap pliss amo te novela!!!

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    1. Aii muchas gracias cielo :''') dentro de poco jejeje siento la tardanza estaba de examenes :S

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